
Este es mi tercer trabajo para Bahnhof y no pudo hacerme más ilusión, no he hecho mucho mobiliario para niños y sabía que lo iba a disfrutar. Para mi el reto era encajar dentro de un espacio para adultos, con un estilo muy marcado, un pequeño espacio para niños que quedara perfectamente diferenciado pero que no contrastara con el resto de la decoración.
Víctor, el propietario de Bahnhof, es un gran aficionado al cine por eso incluyó esos grandes cortinajes rojos en la decoración de su espacio. Pero también podrían ser la puerta de entrada a un circo lleno de domadores, forzudos, trapecistas e imaginación. Y ese fue el punto de partida.
Todo el mobiliario está inspirado en la estética circense, desde el cartel luminoso al taburete de domador, percheros donde colocan sus escobas las brujas, los payasos y las pesas de los hombres forzudos, carromatos para viajar de ciudad en ciudad y cajas sorpresa que es inevitable abrir aunque nos prevengan de ello. Magia e imaginación conviven en un espacio que muestra una cuidada selección de juguetes, libros y moda para los más pequeños.
Todo está fabricado con madera recuperada y un acabado envejecido que nos acerca a esos antiguos circos que llevaban sus carromatos de ciudad en ciudad buscando la mirada sorprendida de los niños.
Los elementos de mobiliario fueron pensados como una pincelada dentro de un lienzo en blanco para que Víctor pudiera darles su tan personal toque y junto con Moncho García, han logrado crear un espacio fantástico para hacer volar la imaginación.
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