Poesía y delicadeza, eso es esta lámpara maravillosa diseñada por Toord Boontje, según su propias palabras, experimentando con el corte de papel para crear una forma tridimensional que formara una lámpara, descubrieron una estructura con forma de plumas que, superpuestas, se asemejaban al ala de un cisne. Las cortaron de forma asimétrica para acentuar esto y hacerlo más dinámico. Al extenderse la luz a través de las plumas del ala, el nombre de Icarus les pareció una referencia apropiada.
Ícaro, a pesar de ser avisado por su padre, voló demasiado alto y sus alas fueron derretidas por el Sol. Toord Boontje también vuela muy alto aunque dudo que se queme, moderno y clásico a la vez, plasma los colores de la naturaleza en todos sus diseños, frescos y amables. Se confiesa un apasionado de lo real, lo crudo, lo inacabado y reconoce la belleza de los objetos abandonados. ¿Y quién no?